El vasco Ramón Unzaga Asla fue el creador de la complicada contorsión, en El Morro. Luego David Arellano, con Colo Colo, la llevó a EspañaYa poco se ve. Bien porque su ejercitación queda a libre elección de los jugadores durante los entrenamientos, y no hay muchos devotos de esta difícil contorsión, o porque no existen muchos ejemplos a imitar, lo cierto es que la “Chilena” suele verse cada vez menos en las canchas. Para los porteños, la jugada constituye casi un patrimonio, un valor agregado a su cultura futbolera. Un español radicado en Chile, Ramón Unzaga Asla, según estima ya el consenso histórico, fue el inventor de la maniobra nada menos que en el estadio El Morro por allá en el lejano 1914. “Ramón Unzaga inventó la jugada , en la cancha del puerto chileno de Talcahuano: con el cuerpo en el aire, de espaldas al suelo, las piernas disparaban la pelota hacia atrás, en un repentino vaivén de hojas de tijera”, sostiene el escritor Eduardo Galeano, en su libro “El fútbol a sol y sombra”. La familia Unzaga Asla provenía de Bilbao y dejó atrás Euskadi, escapando de la sangrienta Primera Guerra Mundial, y se instaló en nuestra zona. Y tras terminar su eduación primaria, Ramón, que ya acaparaba elogios por sus destrezas físicas, entró a trabajar en el departamento de contabilidad de la mina de Schwager. En 1912 fue tentato a integrar la incipiente liga nacional, tenía 18 años. Indican los registros que decidió jugar por el equipo “Estrella de Mar” y pronto comenzó a lucir. Tan bien le fue que hasta se nacionalizó chileno para luego integrar la selección. En el Torneo Sudamericano de 1920, disputado en Viña del Mar -con Brasil, Argentina y Uruguay- Unzaga impresionó a todos los presentes con su innovación y allí los periodistas presentes la bautirazon como “Chilena”. Pero fue en 1927 cuando la complicada jugada se dio a conocer a nivel mundial. Y con un intérprete diferente: David Arellano, quien aprovechó una gira a Europa cumplida por Colo Colo, y maravilló a los hispanos terminando por patentar la jugada. Como sea, hoy escasea en las canchas y suele vérsela más en ligas internacionales, como en Brasil o España que en nuestro propio país. Y hacer un gol con ella es entrar en la historia. “Intenté hacerla y quedé en ridículo” Intentar la “Chilena” requiere valor. Varios la practican en silencio y después no se atreven a exhibirla en público. Es que el temor al bochorno, a la risotada general, más encima con la televisión como testigo, intimidan a cualquiera. “Depende mucho de la situación del partido y de cómo venga el centro. Si viene cómoda, yo prefiero darle de cabeza o bajarla, pero si queda medio pasada hay que resolverla de cualquier forma. Alguna vez la hice y quedé en ridículo… Es que tiene que ser un gesto perfecto”, comentó Diego Ruiz, delantero de Huachipato. El espigado ariete no tuvo vergüenza en narrar su experiencia con la complicada maniobra. Se lo tomó con humor. “Yo elevé una y pifié otra por ahí, así que ya sé que no es lo mío. Es una de las jugadas más bonitas del fútbol por toda la coordinación que implica y por eso a todos les gusta. ¿Si sabía que la inventó alguien de Talcahuano? Escuché que algún chileno la inventó, pero no tenía idea que era de acá”, añadió. Uno recordado por sus pifias fue el defensa Ronald Fuentes, cuyo yerro terminó en gol de rival. Casi lo mataron. Sandrino Castec la hizo en Mendoza El delantero Sandrino Castec tuvo el privilegio de marcar un gol de “Chilena” en un compromiso internacional y quedó grabado en la retina de los chilenos. El delantero formado en Universidad de Chile debutó por la selección en 1980. Primero jugó ante una selección de Mendoza y después, el 18 de septiembre de ese año, saltó a la fama en el duelo ante Argentina. La selección trasandina venía de conquistar el la Copa del Mundo (1978) y enfrentó al cuadro nacional en Mendoza. Los locales ganaban 2-0 y Chile comenzó a remontar. Descontó y, ya sobre la hora, decidió ir por el empate. Ahí Sandrino regaló su obra maestra. “Mario Osbén despeja el balón hacia Vladimir Bigorra, éste lanza un centro largo que Manuel Rojas controla en el aire y envía un voleo sensacional que Ubaldo Matildo Fillol -el mejor arquero del momento- manotea. La pelota cobra altura y la única forma de pegarle era de chilena. Estaba parado casi en el punto penal, no lo pensé dos veces y le pegué. Afortunadamente el balón se metió en un ángulo imposible”, narró Castec en una entrevista publicada en la página del Sifup. Un sueño. Iván Zamorano también regaló “Chilenas” y asimismo el mexicano Hugo Sánchez.
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